Si recientemente ha realizado una mudanza o la tiene planeada a corto plazo, debe tener en cuenta ciertos aspectos antes de entrar a vivir en su nuevo hogar. Una de las tareas a realizar, es contratar los suministros básicos para la habitabilidad del inmueble; bien realizar el cambio de titularidad, si la vivienda ya contaba con estos servicios o bien dar de alta la luz por primera vez además de los suministros de agua y gas.
Este tipo de elecciones se deben meditar y se debe acabar decidiendo por la tarifa que se adapte mejor a nuestro consumo del día a día.
En este aspecto, tenemos que ser conscientes de que, es precisamente el sector de la energía uno de los que mayor subida de precios está sufriendo en los últimos tiempos, la inestabilidad en los mercados con tendencias a la alta, está a la orden del día.
Este panorama ha complicado la situación en los últimos meses, lo que ha propiciado un aumento en los precios del gas de manera internacional, provocando un efecto dominó en el precio de la electricidad, debido a que para la producción de esta, se utiliza gas; por lo que, la subida en el precio del gas afecta directamente al precio a pagar por la electricidad.
Por este motivo se ha creado el denominado tope de gas para regular el precio de la energía eléctrica.
¿Qué es el tope del gas?
El denominado tope de gas es una medida temporal aplicada por el gobierno, para de cierta manera, controlar el precio de la electricidad, estableciendo un precio máximo para el gas que se utiliza en la generación de luz.
No se debe entender como un descuento aplicado sino como una medida de contención de precios, fijando un ¨techo¨ en el precio de la materia prima: el gas.
Este tope se fija en el gas destinado a la producción, no al destinado para el consumo, por lo que sus consecuencias se verán en la factura eléctrica.
Esta medida entró en vigor en junio de 2022 y tiene previsto su fin en mayo de 2023.
El tope de gas ¿Reducirá el coste de mis facturas eléctricas?
Esta medida supone que los costes de la electricidad se reducen respecto a los meses previos a su aprobación, por lo que en parte podemos decir que si va a aminorar los costes respecto a la tendencia a la alza de los precios, pero los precios siguen más altos si los comparamos con años anteriores.
Por otro lado, hay diferencias entre el precio del gas y el precio ¨tope¨.
Las eléctricas usan el gas natural en el proceso de generación de la electricidad, una energía necesaria para la sociedad, puesto que abastecen a toda la demanda de energía. Estas compañías obtienen el gas necesario para su transformación en mercados internacionales, a precio de mercado.
Es por esto por lo que reciben una compensación en base a la diferencia entre su precio de adquisición (el precio real) y el precio ¨tope¨ aplicado en nuestro país.
Y la duda que surge es ¿Quién se hace cargo de esas diferencias? La respuesta es los consumidores de luz, en sus recibos mensuales.
Teniendo claro esta referencia a la Excepción Ibérica debes ponerte en contacto con la empresa dedicada a la distribución energética para el cambio de titular o para dar de alta el suministro.
Este cambio de titularidad es completamente gratuito y se hace efectivo en un plazo que oscila de 1 a 20 días; este margen temporal dependerá de la compañía con la que se realice el trámite.
En cuanto al hecho de contratar la luz es una gestión que oscila entre los 5 y los 7 días hábiles.
Este periodo de tiempo es igual para todas las compañías distribuidoras, dado que deben mandar a un técnico a la vivienda con el fin de instalar el contador de luz para realizar el seguimiento del consumo y que el cliente pueda comenzar a disponer de abastecimiento eléctrico.